miércoles, 19 de diciembre de 2007

Corongo: Ensayos diversos I

EVOLUCION DEL IDIOMA EN CORONGO

El idioma en la evolución de los pueblos es muy difícil de conocer por la dificultad del tiempo y la larga ausencia de la escritura, sin embargo los lingüistas se han dado maña para auscultar los idiomas ancestrales y actuales.
La provincia de Corongo está catalogada como zona de influencia quechua, pero antes de la llegada de los incas a estos territorios los distritos de Yupán y Bambas estuvieron bajo la influencia del idioma culle o culli.
El habla cauqui (de la familia aru) también se habló en una etapa de la historia de Corongo.
De cómo el quechua coronguino es llamado llajuash, la influencia definitiva del castellano desde la conquista española, y con la llegada de los migrantes que definen el idioma en la actualidad en Corongo son temas a desarrollar en este ensayo.

1. El protoquechua
Hace 8.000 el hombre andino se dedicaba a buscar fuentes alimentarias, con el progresivo sedentarismo, luego tenemos el desarrollo de las técnicas de domesticación de animales y plantas en condiciones muy difíciles y en un aislamiento simultáneo en diferentes partes del Perú.
Hace 5.000 años se estableció el contacto con los diferentes núcleos, que logra un alto grado de intercambio a principios de nuestra era. Se inicia el encuentro de idiomas que se transforman en regionales y crean zonas fronterizas comunes luego de un intercambio plurilingüístico.
Este fenómeno debió suceder con el proto-quechua y el proto-aru, cuyos orígenes se ubican en la parte centro y sur de la costa peruana respectivamente, en el milenio que precedió al presente; luego de Chavín, cultura que tuvo la primera gran actividad cultural, económica y religiosa a nivel andino y en especial en Áncash.
A principios de nuestra era, debieron surgir como protolenguas tipológicamente calcadas una a otra.
En los primeros seis siglos de nuestra era el protoquechua ocupó aproximadamente los actuales departamentos de Áncash, Huánuco, Pasco, norte de Junín y norte de Lima; mientras que el protoaru, en los departamentos de Lima sur, Ica, Junín sur, Huancavelica, y Ayacucho, y tal vez , Apurímac y Cuzco.
2. El quechua y la influencia del aru
Desde el siglo IV puede señalarse la escisión del protoquechua en sus dos grandes subgrupos: quechua I (Q.I), al norte y quechua II (Q.II) al sur. El quechua II (Q.II) es el que mostraría en adelante el mayor poder expansivo.
El aru con el transcurrir de los años fue perdiendo terreno, el quechua no abandonó sus peculiaridades propias, salvo cuando se alimentó del dominio sureño del aru en el quechua del cuzqueño-boliviano.
En la segunda mitad del primer milenio de nuestra era en el período Huari-Tiahuanaco el Perú central y meridional conoció nuevos e importantes movimientos lingüísticos. Este fue el segundo período de gran actividad cultural, económica y religiosa a nivel andino, con la interacción del Altiplano collavino. En el altiplano se hablaba las lenguas puquina y uruquilla, y cuando la cultura Tiahuanaco maduró interactuó en todos los Andes Centrales, desde Ayacucho hasta Lima pasando por Ica.
La ampliación de su actividad económica llevó a formar el centro urbano de Viñaque (Huari), en Ayacucho; luego se integraría la urbe de Cajamarquilla en Lima y más tarde Pachacámac en el valle de Lurín. En el norte interactuaron en Áncash, Huamachuco- Cajamarca y Moche-Lambayeque.
En la segunda mitad del primer milenio d.C. el quechua II inició su avance hacia el sur creando en Chincha –Ica el que sería el quechua IIB-C, o Chinchay. Con este avance el quechua II hacia el sur, empezó a ganar territorios y poblaciones que habían sido hasta entonces dominio del aru.
Entre el siglo XII y el XV, luego de la desintegración de los Huari-Tiahuanaco entra en un nuevo período de cambios lingüísticos en el sur y sur oriente del Perú y en el Collao. Pequeños curacazgos diseminados casi aislados rivalizaron por nuevas hegemonías y no hubo fronteras para las grandes migraciones, con desalojos territoriales y desplazamiento de pueblos.
Grupos arus de la rama Yauyos avanzaron hacia el norte hasta ganar Huarochirí, y tal vez Canta.
En el distrito de Tupe de la provincia de Yauyos, al sur de Huarochirí, sobreviven dos hablas arus: el cauqui de Tupe (o jaqaru) y el cauqui de Cachuy. En Corongo también se habló el cauqui, que es una lengua aru, familia de la posterior lengua aymara.
El desarrollo de las otras ramas del aru no tocamos en este ensayo, ya que se expandieron en el sur peruano.
El quechua II, se encaminó por la franja costera meridional, desde la costa sur central peruana, en demanda de El Collao, en su variante quechua IIB, el conjunto dialectal que los españoles habían encontrado y reconocido como la “lengua general del Perú” desde el momento de la conquista hispana.
El quechua IIB del Cuzco, se fusionó con el antiguo habla cundi y se forjó el quechua IIC regional con elementos que procedían del habla de los estratos populares y provinciales, del dialecto quechua que venía de Andahuaylas y de los dialectos aymaras (de la antigua familia aru) que cercaban la región del Cuzco. Este idioma es el que finalmente imponen los Incas y luego los doctrineros católicos en todo el Perú, como “lengua general”.
Los primeros incas no hablaron el quechua, sino un idioma aru (de la familia aymara) y que posteriormente adoptaron el quechua IIC, como se explica en el párrafo anterior. Lo que queda claro es que el quechua sureño y el aymara tienen orígenes comunes y comparten buen porcentaje de palabras y expresiones comunes.
3. Los Idiomas de la Región Norte del Perú
La información lingüística sobre el Perú septentrional, siglos XVI-XVIII, nos define sobre la política de la administración colonial hispana respecto de los idiomas nativos. Estos obedecieron a los requerimientos prácticos de utilización de la fuerza de trabajo indígena, principalmente en las explotaciones mineras de Potosí y Huancavelica. Por lo cual se dio preponderancia a la variedad IIC del “quechua general” y los idiomas aymara y puquina (familia aru). En el resto del territorio andino, y para fines de encuadramiento de la población nativa y de catequización, las autoridades civiles y religiosas priorizaron el empleo de la “lengua general”: el quechua IIB-C y variedades afines, tal como lo habían hecho las huestes españolas desde los años de la conquista.
Cuando las autoridades coloniales se dieron cuenta de las limitaciones de estos expedientes lingüísticos e las zonas donde existían poderosos idiomas regionales diferentes, el castellano y la lengua regional fue ganando terreno y el quechua general fue perdiendo terreno.
Las lenguas septentrionales que nos describe el obispo de Trujillo Baltasar Martínez Compañón, en su lista recogida en el último cuarto del siglo XVIII. El documento de idiomas consiste en una lámina introducida por la expresión: “Plan que contiene 43 vozes Castellanas traducidas á las 8 lenguas que hablan los Indios de la Costa, Sierras, y Montañas del Obispado de Truxillo del Perú, y consigna lasa ocho hablas nativas bajo la presentación respectiva de Lengua Quichua, Lengua Yunga de las provincias de Trujillo y Saña, Lengua de Sechura en la Provincia de Piura, Lengua de Colán en la Provincia de Piura, Lengua de Catacaos en la Provincia de Piura, Lengua Culli de la Provincia de Guamachuco, Lengua de los Hivitos de las Converciones de Huailillas y Lengua de los Cholones de las mismas Conversiones”.
De esta lista sólo vamos a presentar la lengua castellana y sus traducciones en quechua (cuzqueño con mezcla de norteño) y el culli (culle), porque son lenguas afines a las provincias de Corongo y Pallasca:
Lengua Castellana Lengua Quichua Lengua Culli
Dios Dios Yniá
Hombre Cari Usu
Muger Huaami Ahhi
Alma Alma Alma
Cuerpo Vcu Cuerpo
Corazon Sonco Chucuall
Carne Aicha Aycha
Hueso Tullu Moscar
Padre Yaya Quinu
Madre Mama Mama
Hijo Churi Usu ogoll
Hija Vuauua Ahhi ogoll
Hermano Vauque Quinua
Hermana Pana Cani
Comer Micui Miu
Beber Vpiai Cumu
Reir Acii Canguiu
Llorar Huaccai Acasu
Morir Huañui Collapu
Gozo Cusícui Cuhi
Dolor Nanacui Pillach
Muerte Huañui Caní
Cielo Hanac-pacha Cielo
Sol Ynti Sú
Luna Quilla Muñ
Estrellas Coillor Chuip
Fuego Nina Mú
Viento Huaira Llucá
Pajaro Pizzcu Pichuñ
Tierra Allpa Pús
Animal Llama Animal
Arbol Hacha Urú
Tronco Hachap-chaquin Much-cusgá
Rama Caclla Uru sagars
Flor Siza Chucho
Fruto Mallquip-rurun Huacohú
Yerva Yuyu Paihac
Agua Yacu Coñ
Mar Mama-coccha Quida
Rio Mayu Uram
Olas Pocchin Coñ pulcasú
Lluvia Para Cau
Pez, o pescado Challhua Challua

Corongo es el límite norte del quechua I (Q.I), de los cuales dos distritos (Bambas y Yupán) estuvieron en el área de influencia del culli o culle, hasta la llegada de los incas donde el quechua sureño termina invadiendo este territorio, lo cual se denota de las toponimias quechuas de la zona; pero finalmente para el siglo XX se habla acá solamente el castellano al igual que en Pallasca, Santiago de Chuco, Huamachuco, Cajamarca (salvo unos pequeños bolsones quechuas). Luego el quichua reaparece en el Ecuador y en la zona oriental en los departamentos de Amazonas y San Martín con el nombre de llacuas. Yupán y Bambas (Corongo) incluso en la época colonial pertenecieron a la doctrina de Llapo (Pallasca), razón por la cual las costumbres de estos distritos son más semejantes a la de los pallasquinos.
No hay que olvidar que los incas denominaron a la zona de Corongo y Pallasca como Conchuco, que en culli o culle significa “País del agua”, en quechua han traducido como “Gorro del dios Con”. Como estamos hablando de un territorio límite de dos idiomas, la mezcla y superposición de palabras es muy común, pero lastimosamente el castellano ya ocupa el territorio del culli o culle y sigue avanzando lentamente en la que fue nuestra zona quechua, que en pocos años se extinguirá en su versión del Llajuash coronguino, para ser reemplazado por el llajuash sihuasino de sus actuales habitantes mayoritarios.

Las lenguas pre-quechuas del norte peruano ocuparon los siguientes territorios: el culli o culle los territorios de la actual sierra de la Libertad; Pallasca y parte de Corongo en Áncash; y Cajabamba en Cajamarca.
En Cajamarca además se hablaba los idiomas den y cat; en la costa de La Libertad y la costa de Áncash el quingnam; en Lambayeque el mochica; en la costa de Piura había el olmos, sechura y tallán. En el oriente el idioma chacha de los chachapoyas y el cholón; en la selva tenemos el pano y el arahuaco.
4. El área idiomática del quechua I
El área probable del quechua hacia 500 d. C. es todo el departamento de Lima, la sierra de Áncash excepto Pallasca, la sierra de Huánuco, la sierra de Pasco y la sierra de Huánuco. Su vecino del sur era el idioma aru, mas al sur el puquina y en territorio boliviano el uruquilla. Los vecinos del norte ya lo hemos enunciado en el párrafo anterior.
Los dialectos modernos dentro del quechua I se dividen en norteño Wáylay (cuenca del río Santa) y sureño Wánkay (cuenca del río Mantaro), además se divide en cinco zonas o sectores en base a la intercomunicación de sus hablantes. No se trata de zonas homogéneas lingüísticamente, pero sí geográficamente vecinas, que incluyen a variedades con rasgos comunes por la relación que han mantenido sus hablantes a través del comercio u otras formas de acercamiento económico y social.
La primera zona corresponde esencialmente al subconjunto dialectal Wáylay (según Alfredo Torero). Comprende el norte del departamento de Huánuco, provincias de Marañón, Huacaybamba y Huamalíes, y casi todo el departamento de Áncash, exceptuando las provincias de Santa, Huarmey, Pallasca, y los distritos de Bambas y Yupán en Corongo, que son hispano hablantes, y la provincia de Bolognesi (que queda comprendida en la segunda zona).
Torero agrega: “La cordillera blanca, sección de la Cordillera Occidental peruana, separa a esta primera zona en dos definidos dialectos, el conchucos al este y el Huaylas al oeste. Esta primera zona del quechua I (Q.I) está muy subdialectilizada, especialmente en el aspecto fonético-fonológico. Cabe notar aquí que las hablas de las provincias de Yungay, Huaylas, Corongo y Sihuas, en el norte del sector han eliminado *h (pero también la aspiración glotal proveniente del *s) en un fenómeno relacionado al parecer con lo ocurrido asimismo en el Q.IIA de Cañaris.-Incahuasi y Cajamarca, y en el Q.IIB de Chachapoyas y Lamas”. Falta complementar a Torero, sobre la posición geográfica de Corongo, pues esta ocupa la parte occidental de la Cordillera Blanca al norte de Áncash, pero linguísticamente es una población que habla el quechua I, en su variante de subdialecto conchucos, denominada llajuash.
La segunda zona es el sector intermedio entre Wáylay y Wánkay. Comprende la provincia de Bolognesi (Áncash), el norte y el oeste de las de Cajatambo y Oyón (Lima), Ámbar: dialectos Bolognesi y Cajatambo; la provincia de Dos de Mayo (Huánuco): dialecto Alto Marañón; y las provincias de Ambo, Huánuco y Pachitea (Huánuco): dialecto Huallaga o chupachu. Pueden adscribirse a esta zona, por ciertas características transicionales, las hablas de la cuenca del río Chaupihuaranga, provincia de Daniel Carrión (Pasco).
La tercera zona comprende la provincia de Oyón y las serranías de las provincias de Huaura y Huaral, del departamento de Lima, la altiplanicie del departamento de Pasco, y las provincias de Junín, Yauli y Tarma, del departamento de Junín.
En este sector, relativamente homogéneo, empieza definidamente el subconjunto de hablas Wánkay o quechua I sureño.
La cuarta zona comprende las provincias de Jauja, Concepción y Huancayo, departamento de Junín: dialectos Jauja y Huanca.
La quinta zona comprende los dialectos hablados sobre las vertientes marítimas de la Cordillera Occidental peruana, en las provincias de Yauyos (Lima), Chincha (Ica), y Castrovirreyna (Huancavelica), dialectos cuyas características y delimitaciones territoriales todavía no se han deslindado suficientemente.



5. La provincia de Corongo: Tiempos y espacios lingüísticos (quechua, cauqui, llajuash, castellano)
La provincia de Corongo se circunscribe al área de influencia del milenario protoquechua, como límite norte indiscutible del quechua I (Q.I), hasta la anexión de los distritos de Yupán y Bambas a la doctrina de Corongo en la época de la colonia, donde originalmente se habló el culli (en el decir quechua) o culle (en el decir hispanohablante) al igual que en Pallasca, la sierra de La Libertad y la provincia de Cajabamba (Cajamarca). Mas al norte se hablaban otros idiomas como el cat, den, quingnam (que incluía la costa de Áncash), cholón, mochica, etc.
La afirmación del quechua I se fue modelando desde la influencia Chavín, luego con la influencia Recuay. Curiosamente en la época Recuay, la influencia Pashash (Pallasca) fue muy grande, pero el quechua I siguió firme.
La irrupción de los Huari Tiahuanaco en Corongo o en fecha posterior con el avance del aru en Lima, debió focalizar el habla Cauqui (de la familia aru) en una de las aldeas que probablemente fue Tapca, que con el correr de los años se fue extinguiendo. En el período de los estados regionales sucedió una irrupción de los llacuaces (pastores advenedizos) que provenían de Huánuco (de la familia de los yaros) y estos a su vez dicen que provienen del sur. Acá se da una confrontación en Corongo entre los residentes antiguos que también se les denominaba huaris contra los llacuaces (pastores advenedizos) que poco a poco se fueron fusionando e incluso parece que hubo una migración hacia el oriente a la zona de San Martín y Amazonas, porque el quechua reconocido en estos departamentos es el dialecto llacuas.
En Corongo los residentes antiguos denominan llajuash al quechua I (Q.I) variante del subdialecto conchuco, que se habla incluso actualmente. Es más la toponimia de la zona norte del distrito de Corongo recrea este hecho con lugares como Llajuash Yacu, o aca llajuash una de las denominaciones del cuy silvestre.
Para 1460 irrumpen en Corongo los incas llevando el quechua II B-C, que se denominó mas adelante en la colonia como “lengua general del Perú”. Los incas respetaron el habla regional, pero sus administradores y los mitimaes (mitmaq) hablaban en el idioma sureño que influenció al habla coronguina, siendo incluso reforzado por los evangelizadores en la colonia, porque lo hacían en esta “lengua general”, pero con el correr de los años el dialecto chinchaysuyano, en su versión conchuco y su subdialecto local llajuash permaneció mezclado con el castellano que cada día le ha estado ganado terreno. Para mediados del siglo XX se inician las migraciones que se fueron acentuando hasta el día de hoy. Los coronguinos antiguos (nueva versión de los huaris de antaño) dejamos Corongo masivamente, con honorables excepciones a los que denomino los heroicos, y el subdialecto llajuash en su versión coronguina entró en dispersión, paso previo a la extinción. En el territorio abandonado por los antiguos residentes han ido ocupando los migrantes de las aldeas alejadas y masivamente por pobladores (los nuevos llacuaces) provenientes de las aldeas y poblados de la provincia de Sihuas y otros de Pomabamba. Los hijos de estos migrantes ya son los nuevos coronguinos que también continúan migrando hacia Lima, otras ciudades del Perú y el mundo.
Conclusión: en la provincia de Corongo actualmente hay dos distritos hispanohablantes (Bambas y Yupán), y cinco distritos (Aco, Corongo, Cusca, La Pampa y Yánac) donde mayoritariamente se habla el castellano, pero quedan los últimos rezagos del llajuash coronguino siendo paulatinamente dominado por el llajuash migrante, en especial el sihuasino.



II

SAN PEDRO Y SU FIESTA EN CORONGO

1. El mito de San Pedro
Cuando los españoles llegaron a Corongo antiguo, los indios vivían en 21 aldeas (diseminadas en los distritos de Aco, Corongo, Cusca, La Pampa Yánac) en la parcialidad de Cararupay, del curaca Pomacochache. En cambio los territorios de Bambas y Yupán pertenecían a otra parcialidad (sin nombre conocido) del curaca Collquillax.
Los indios adoraban a los dioses incas (Sol, Luna, Pachacámac), al dios Illapa (Rayo), a los duendes y muchos dioses menores. Adoraban sus huacas (adoratorios), pacarinas (lugar de donde creían provenir), ircas (cerros) y al agua (yacu) y a sus acequias como conductoras del elemento vital.
Al llegar los padres dominicos destruyeron ídolos, huacas; en los cerros tutelares y pacarinas colocaron cruces e iniciaron la difícil tarea de evangelización y extirpación de idolatrías. Como las aldeas estaban muy distantes una de otra era muy difícil realizar una buena labor de catequización. Cuando llegan los padres agustinos erigen la primera iglesia en Hualla, en el territorio del actual distrito de Aco lugar intermedio entre Corongo y Cusca.
Entre las espinas fue hallada la imagen de San Pedro en el lugar denominado Rayán Pampa (Huagalla) y allí los agustinos construyeron la iglesia y entronizaron a San Pedro como Patrón de los 21 poblados, punto de catequización y encuentro de la nueva feligresía, seguramente los fines de semana para no interferir con los trabajos en las encomiendas, obrajes etc. Primero San Pedro fue aceptado como un ídolo mas en su larga lista de dioses, pues nunca se opusieron a tener dioses foráneos sean chavín, Huari, recuay, llacuas o inca. Con el correr de los años se convirtió en Patrón de las comunidades y Hualla fue el lugar de veneración.
Cuando el virrey Toledo ordena la reducción de los 21 poblados al valle del actual pueblo de Corongo, los agustinos inteligentemente llevan la imagen de San Pedro a hurtadillas y la dejan entre las hierbas santas de Antahuella. Es allí donde los naturales encuentran al patrón y los agustinos interpretan que en este valle tenían que hacer una nueva iglesia. Los indios de Aco y Cusca enfurecidos, a escondidas se robaban la imagen y se la llevaban a su antigua iglesia; pero misteriosamente al día siguiente amanecía en Corongo. Así de cansados aceptaron el nuevo adoratorio en el pueblo, que los españoles denominaron San Pedro de Corongo y es allí donde construyen la segunda y definitiva iglesia en honor al “pescador de hombres”. En adelante se celebrarían las fiestas patronales de año en año, en el pueblo de Corongo.
La necesidad de los españoles de tener gente en el cuidado del ganado y los sembríos es que nuevamente se repueblan las estancias (que en 1923 se transforman en los distritos de Aco y Cusca), bajo vigilancia y control de encomenderos y luego por los representantes de los corregidores.
2. San Pedro y la fiesta del agua

La carencia de agua en los poblados y los sembríos hizo que tuvieran una red de acequias y acueductos, que era administrada por los encargados de las dos partes de las aldeas situadas siempre en los cerros. Antes de la llegada de los españoles se hacían grandes celebraciones en honor a las lluvias y a las aguas que discurrían por las acequias para tener acceso a ellas todo el año. En las serranías de Lima, Ayacucho, Junín, etc. siguen celebrando la Fiesta del Agua, como prueba de las ancestrales celebraciones a este vital elemento.
Los agustinos optaron por aprovechar estas festividades indígenas para sincretisarla con el patrón San Pedro y así que la repartición de aguas quedó en manos indígenas con representación en las dos partes (parte arriba y parte abajo). Estos personajes llamados inicialmente alcaldes ordinarios (no confundir con los alcaldes españoles), con el devenir de la república quedaron en manos de los jueces de agua, quienes tienen la obligación de repartir las aguas en su partición, con ayuda de los llamados campos. Las otras funciones de los jueces de agua son celebrar: el cambio de vara, bajada de reyes, la relimpia de acequias y represas con ayuda de los “republicanos”, la semana santa, los carnavales, la fiesta patronal, y la navidad.
La fiesta patronal se celebra desde el 26 de junio hasta el 4 de julio, como parte de una programación anual de actividades que tiene como personajes centrales a los jueces de aguas de las dos particiones, quienes son los herederos de nuestros ancestros indios que hacían sus grandes festividades en honor al agua y que ha sido sincretisada en las fiestas anuales que tienen como principal a la patronal de junio-julio.
3. San Pedro y su nueva identidad
La identidad de San Pedro como apóstol de Jesús, portero del cielo, piedra angular y primer papa de la iglesia católica es asumida en los sectores cultivados de la población, en cambio el pueblo recrea una nueva identidad, desconociendo su origen de la vieja Palestina, para darle un nuevo nacimiento con un “San Pedro nació en Hualla”, pero luego se fue a su nuevo hogar en Corongo y desde entonces se convirtió en coronguino. Al San Pedro coronguino se le atribuye muchos milagros; pero también se le considera castigador, por lo tanto infunde mucho respeto, amor y mucho temor; como consecuencia la fe que se reprofesa es incondicional y ciega.
3.1. Milagros
3.1.1 Apariciones
Apariciones físicas del patrón, como la vez fue visto caminando “para visitar a su hermano Pablo en Yupán”, “protegiendo con su capa a un perseguido”,” ayudando a un preso a salir de la cárcel, para cumplir con su promesa de estar en su fiesta patronal”, “acompañando a los caminantes sin revelar su identidad disfrazado de anciano”, etc.
3.1.2 Transportación
“Cuando ayuda a llegar rápido a su fiesta a algún fiel creyente, con la ayuda de su carrito”, la hazaña del lambayecano que “fue a Huaraz y regresó en tiempo récord para la bajada de san Pedro”, cuando “ayudó a salir de la cárcel de Lima a un fiel y lo llevó como en sueño hasta Corongo”, etc.
3.1.3 Revelación en sueños
San Pedro se revela en sueños a las personas que deben pasar su fiesta como jueces de agua, o en circunstancias muy especiales.
3.1.4 Facilitador de su fiesta
Los jueces de agua saben que San Pedro va proveer de todas maneras con todo lo necesario para cumplir con las fiestas anuales y principalmente con la patronal. Esto siempre se cumple, a pesar que los gastos son enormes. La ayuda viene de los familiares, amigos y particulares; y San Pedro concede buenas cosechas o buena marcha de en los trabajos y negocios.
3.1.5 Demostración de satisfacción o insatisfacción
Las personas que pasan su fiesta y el pueblo en general, está pendiente cuando el patrón baja de su urna por el mecanismo de descenso en forma de L. Cuando llega al vértice cuando la gente está muy pendiente, entonces se notará que “si el semblante es rosado es de buen augurio; pero su semblantees pálido es malo”. También al ingresar al descenso vertical, “si baja fácilmente será de buen augurio y si se atasca, bambolea o si su descenso es brusco e intempestivo es de mala suerte”.
3.1.6 Cumplimiento de deseos
Si una joven desea casarse “deberá bailar en su fiesta por tres años consecutivos vestida de palla”.
Una vez culminada la bajada del santo continúa la llamada “pisada”, donde los fieles de rodillas piden sus deseos y los de la hermandad colocan la imagen sobre las espaldas del creyente. En son de broma a los que se les conoce por “pecadores” los “aplastan” de castigo por más segundos, que los demás.
3.2 Castigos
3.2.1 Para los que se niegan a pasar su fiesta
Estos castigos pueden pasar como accidentes menores; pero también pueden ser muy graves como la muerte de un familiar muy cercano del hombre de poca fe.
3.2.2 Para los que reniegan por las dificultades que se presentan para preparar su fiesta
La advertencia es cuando San pedro se revela en sueños llamándole la atención, y en caso de omisión tiene que atenerse a las consecuencias.
3.2.3 Muerte de tres pobladores antes o después de su fiesta
En quechua coronguino le llaman “llanjekunmari”, es decir lo lleva como llanqui u ojota. Esta es una “ley” que se cumple todos los años.
3.2.4 Anunciador de la falta de lluvia o mal año en las cosechas
Como consecuencia de lo enunciado en el punto 3.1.5 de Milagros.
4. San Pedro, las cosechas y la fertilidad
La fiesta del agua se hacia con el fin de tener el líquido elemento tanto para los sembríos como para el consumo humano y de los animales. En este contexto lo que el poblador del ande le pedía a los elementos era una buena cosecha, y una basta procreación humana y la de los animales a su servicio.
Es así que San Pedro es el encargado en delante de velar por las buenas cosechas y su fiesta sirve para que los casamenteros encuentren pareja y así renovar el ciclo vital año a año. La utilización de la pajra como estimulante de fertilidad tanto en hombres como animales es parte de esta concepción del curanderismo andino. Como es sabido en la fiesta de los huallas (la primera fiesta que se realizaba en Corongo con la participación de los pobladores de Aco y Cusca hasta 1927) los danzantes portaban en una mano un chicotillo y las esposas portaban a modo de bebé una planta llamada pajra, con lo cual se denota que se conservaba aún el ancestral rito al dios de la fertilidad. Es importante anotar que hasta ahora en Pomabamba en una fiesta los danzantes mujeres le rinden culto al dios de la fertilidad representado por un monolito en forma de falo.
5. San Pedro y los personajes de su fiesta
5.1 San Pedrito: imagen más pequeña que la del principal, aunque dicen es más antigua. También se le llama el borrachito, porque los varones ebrios son los que lo llevan en andas, lo hacen bailar y en alguna oportunidad hasta han caído al piso pero felizmente la imagen no sufrió daño alguno.
5.2 San Pedro: es la imagen principal del patrón que ocupa un lugar preferencial en el altar mayor de la iglesia de Corongo. En noviembre del 2001 se inició su restauración por técnicos del Instituto Nacional de Cultura (I.N.C.), en su local del Museo de la Nación en Lima, y se culminó el 31 de mayo del 2002. Probablemente fue adquirida en Trujillo en el siglo XVIII.
5.3 Los jueces de agua y sus esposas: devotos que celebran las fiestas anuales, incluyendo la fiesta patronal y son los encargados de la distribución de las aguas en su partición (parte arriba y parte abajo). Ellos son el símbolo de la identidad coronguina.
5.4 Los campos: ayudantes y colaboradores de los jueces de aguas en la efectiva repartición de las aguas y en las fiestas. Sus esposas participan activamente como ayudantes en la casa del juez de aguas durante las fiestas.
5.5 Los cabecillas: colaboradores de los jueces de agua, que se encargan de contratar a los cajeros y pedir colaboración de los panataguas y demás personajes de esta danza, para la fiesta de junio. Ellos son los encargados de realizar todos los gastos de los danzantes, músicos, familiares y amigos participantes.
5.6 Los panataguas: danzantes de origen prehispánico que da colorido a la fiesta de junio y representa el avance de los guerreros panataguas del grupo étnico de los panos de la selva Huánuco, que se dice colaboraron en la lucha de los conchucos contra el avance inca.
5.7 San Miguel: es un niño disfrazado del santo. Con espada en mano da golpes a los cuernos del demonio. Es el símbolo del bien.
5.8 El diablo: es un joven disfrazado de diablo, que arrastra las cadenas del mal; pero sucumbe ante la espada de San Miguel.
5.9 El oficial: es un personaje disfrazado de militar, que hace recordar al atuendo del Mariscal Oscar R. Benavides. Simboliza la fuerza y el orden. Su papel es que los panataguas dancen en orden y por el itinerario designado.
5.10 Los cajeros: son los músicos que tocan al unísono el pínkullu o flauta y la caja roncadora, que es un instrumento de percusión. Hay un tipo de cajeros especializados en huaynos, y otros en danza de panataguas y/o de
shajshas. También se les llama chirocos y al instrumental se le llama también roncadora.
5.11 La banda: es la banda de músicos que interpretan la tonada y otras piezas musicales. Los instrumentos de mayor uso son los bajos, trompetas, pistones, clarinetes, trombones, tambor, bombo y platillos.
5.12 Las pallas: son las danzantes mas representativas de la fiesta y por la belleza de su atuendo son conocidas mundialmente, por lo que hablar de la palla de Corongo es hablar del traje más bello del país. Su origen también es prehispánico aunque ahora es totalmente mestiza. Bailan con sus familiares y amigos al son de los huaynos, interpretados por las roncadoras y otro grupo de pallas bailan con la banda acompañando al juez de agua. Representan la belleza de la mujer coronguina del señorío Koriyunga, que tuvo que salir ante el avance del general cuzqueño Cápac Yupanqui (hermano del inca Pachacútec), para evitar el castigo de la población por la resistencia ofrecida. La belleza de las pallas conmovió al general, quien perdonó la vida de los aguerridos corongos.
5.13 El pueblo: es el gran participante de la fiesta sin distinción alguna. Los coronguinos de todos los confines del planeta retornan especialmente a esta fiesta por devoción y confirmación de su identidad. Participan en las actividades religiosas y sociales de la festividad.
6. La tonada muyutsi o muyutsinan y la vecochina
Toda fiesta de junio en Corongo es precedida por una típica costumbre de dar la vuelta por el perímetro de la denominada Calle grande, que rodea todo el barrio de Chopimarca o sea el centro de la ciudad. Al compás de la danza de panataguas ejecutada por las roncadoras, los varones danzan y beben licor toda la noche, como anuncio de la cercanía de la fiesta.
Esta costumbre se realiza al caer la noche del 24 de junio, con cuatro o seis roncadoras al compás de la danza de los panataguas. Delante de ellos un grupo de varones bailan (las mujeres no participan) y dan la vuelta a la tonada (tonada muyutsinan) por la calle grande y la plaza de armas.
Henrique Urbano, en el estudio preliminar del libro: La extirpación de la Idolatría en el Piru (1621), de Pablo Joseph de Arriaga, describe que para la fiesta de San Pedro en el siglo XVII, en la serranía de Lima se realizaba una celebración nocturna que le llamaban vecochina o vecochinanpac, que consistía en que los viejos derramaban un poco de coca en la plaza, las parcialidades y ayllus salían a festejar toda la noche, con los sacerdotes y ministros de ídolos. Las viejas acompañaban tocando tamborcillos, recorriendo las calles entonando cantares y taquies en su idioma haciendo referencia a sus huacas y mallquis. Entraban a la casa de los alfereces de las cofradías donde bebían y se emborrachaban toda la noche. La parcialidad que se dormía primero, perdía y los que seguían con la fiesta demostraban que sabían adorar a sus dioses gentiles. Igualmente Urbano hace ver que la palabra vecochina o vecochinanpac debe ser algo así como wiquchina o wiquchinanpaq, que no lo puede traducir finalmente; pero como se parece a nuestra costumbre le encuentro paralelo a con “la tonada muyutsi o muyutsinan o muyutsinanpaj”.
Tonada muyutsi significa: le da vuelta a la tonada.
Tonada muyutsinan: le darán vuelta a la tonada.
Tonada muyutsinanpaj: para darle vuelta a la tonada.
Actualmente la gente pronuncia: “tonada muyuchi o muyuchinan”; porque desconocen el sonido “tsi” (sufijo causativo) del quechua coronguino (llajuash) y que en el quechua del sur es efectivamente “chi”.
Mi madre me cuenta que hay un mito sobre un pájaro que le llaman wiqu, y que cuando defeca sobre una ropa y la persona después se la pone, los músculos de la parte infectada por el excremento del ave, se pudren y se desprenden del cuerpo. Urbano en su estudio pone que “vecochos” significa pájaro o sea que coincide con el mito coronguino.
Como conclusión, considero que los indios de la serranía de Lima también daban la vuelta a la tonada; pero como alusión al mito del wiqu, que probablemente tenía que ver con una ceremonia idolátrica a sus muertos o mallquis. Los coronguinos antiguos también debieron celebrar éstas ceremonias que han derivado en el baile masculino de la actualidad previo a las grandes festividades.
7. Coronguino “mata’San Pedro”
La documentación existente en los archivos arzobispales de Lima o por tradiciones escritas u orales se llega a la conclusión que la imagen de San Pedro perdió la cabeza en alguna de sus fiestas en siglos pasados, a manos de los coronguinos. Las tradiciones de don Ricardo Palma sobre el tema coronguino tiene sustento en la historia oral que le deben haber contado. La posible informante de Palma debió ser doña Ursula Liñán, coronguina ama de llaves del escritor. En 1906 don Ricardo Palma edita “Las Tradiciones Peruanas”, en ella incluye una titulada “Coronguinos”, que es la que nos hizo afamados a nivel nacional, donde cuenta la razón porque se nos endilgó el apodo de “mata á San Pedro”.
En 1951 se edita “Tradiciones “de José Antonio de Lavalle y Arias de Saavedra (Lima, 1833-1893), donde escribe la crónica “Nuestra señora del Milagro de Corongo”. Hace una descripción del descabezamiento de la imagen de San Pedro a pedradas y como el cura no quiso renovar la cabeza del santo los indios coronguinos, de la época colonial, se conformaron con presentarlo en procesión con la cabeza de la virgen.
La manera de cómo llegó esta información a Lavalle, podría venir de un señor Guirrigorre, de familia de Cabana, que llegó a ser ascendente de su bisnieta la Sra. Lía de Lavalle Guirrigorre. Probablemente por esta fuente llegó a oídas de Lavalle. Este dato me lo dió mi tía Flora Garay, quien trabajó con doña Lía de Lavalle, y conoció a su padre don José Antonio de Lavalle, a quien Chabuca Granda dedicara un hermoso vals; aunque desconocía que el bisabuelo había escrito sobre Corongo.
Lo que confirma el hecho que los coronguinos se liaban a palos o pedradas durante la fiesta es el escrito de un sacerdote que presenta al arzobispado quejándose de los coronguinos. Lo que es explicable porque siempre las dos parcialidades han tenido rencillas una con otra, ya sea en tiempo cuando los huallas iban a Corongo a pasar la primera fiesta o después del año 1927 cuando los dos barrios se alternan en las festividades durante los ocho días de fiesta. Hasta ahora la competencia existe aunque ya no se dan peleas entre barrios desde hace cincuenta años.
En Corongo en el 2001 soltaron a la imagen de San Pedrito, el borrachito, felizmente sin ningún rasguño para la imagen, en cambio en Lima en el 2000 en la fiesta de la Asociación Hermandad de San Pedro, se les rompió la imagen de la réplica en pequeño del “borrachito”, porque son imágenes de yeso y por lo tanto muy frágiles.
A razón de estos últimos hechos, nuestros vecinos de Cabana nos han endilgado un “remata’ San Pedro” en son de sorna, pero no se divulgó y ahí quedó el asunto.
8. San Pedro en Lima
Desde tiempos de la colonia y la vida republicana, los coronguinos siempre hemos tenido familiares en Lima, es más en las primeras décadas del siglo XX todo un barrio en el Rímac era ocupado por coronguinos. Otro barrio peculiar que fue ocupado en esa época, por familias coronguinas es un barrio marginal del Callao, actualmente llamado Corongo. Este barrio hasta ahora celebra la fiesta de junio en honor a San Pedro, aunque probablemente sus actuales pobladores ya no sepan que Corongo es un pueblo de Áncash.
La migración masiva a la capital coincide con la secuela del terremoto de 1970 en Áncash y la política del gobierno militar de ese entonces. La comunidad coronguina en Lima se unió para luchar por la reivindicación del despojo de ser capital de provincia de Pallasca, y formó la Asociación Central Coronguina el 14 de setiembre de 1939. En 1943, Corongo es elevado a capital de la provincia del mismo nombre. Esta colectividad se organizó y es la que se encarga de celebrar las fiestas patronales en la capital, en un contexto de la época, es decir realizando los grandes bailes sociales de preferencia en Villacampa – Rímac, en el local de Eleuterio Sotomayor Castro (Gauchina).
El 7 de abril de 1979 es fundada la Asociación Hermandad San Pedro de Corongo (lima), la que toma la posta y es la que en adelante continúa celebrando todos los años la fiesta patronal en Lima.
La organización de los eventos es enfocada de diferente manera para cubrir las expectativas de la masa migrante cada vez mayor y hacen un programa mas parecido al que se realiza en Corongo con nombramiento de jueces de agua como mayordomos de fiesta, el cambio de vara, preparación de la chicha, novenas, misas todos los días 29 de cada mes, tonada muyutsinan, rompimiento, al estilo coronguina, día central: con misa en la iglesia San Lázaro del Rímac con la presencia de la imagen de San Pedro (réplica)procesión por una calle del Rímac, se llevan al patrón al local donde se hará la fiesta y finalmente baile general con las pallas y panataguas, en una secuencia que rememora Corongo con entrada y shillca.
El Club Corongo, fundado el 27 de febrero de 1970, recién en el relanzamiento de la institución allá por la década de los noventa también se anima a realizar las festividades en su local de Huachipa. Ellos también tienen una réplica de San Pedro, en honor al cual se hace las celebraciones. Igualmente, ellos nombran jueces de agua que actuarán de mayordomos, preparan chicha,, la tonada muyutsinan, el rompimiento, y la celebración central se hace de la siguiente manera: la misa, la procesión alrededor de la manzana del club, luego baile general, almuerzo, la entrada y shillca (con la participación de las pallas, y panataguas a la usanza coronguina).
En el año 2005 el Grupo Amistad, quita su apoyo a la Asociación Hermandad San Pedro de Corongo, luego de mas o menos dos décadas de apoyo, por problemas internos que se reflejan en la falta de democracia y transparencia en el manejo de la institución. Esta escisión crea una nueva institución que hace las celebraciones anuales en competencia a las dos arriba mencionadas. Aparte de estas instituciones hay informes sobre las celebraciones de las fiestas patronales en barrios del cono norte y sur llevadas a cabo por familias coronguinas con la participación de sus vecinos de barrio.
Este es un claro indicio de la desintegración de la familia coronguina en Lima, que hasta ahora muy pocos han tomado conciencia.
8.1 Significado de esta manifestación
La mayoría abrumadora de coronguinos estamos en Lima, luego en diferentes puntos del país y en el extranjero. En Corongo distrito actualmente quedan 30 familias de coronguinos antiguos, la mayoría son migrantes o hijos de migrantes de provincias vecinas o anexos de Corongo, que se han constituido en los nuevos coronguinos y continúan con las festividades anuales con sus variantes en el tiempo, acorde a las nuevas circunstancias. Los coronguinos como lo dijo don Ricardo Palma hacemos grandes esfuerzos de ir a Corongo a celebrar la fiesta patronal y se reúnen coronguinos visitantes de Lima, u otras ciudades del Perú y los que vienen del extranjero. La gran mayoría en cambio no puede viajar a Corongo por diferentes motivos y una parte de estos celebran las fiestas patronales en Lima contando ahora con tres o más opciones para realizarlo. La fiesta limeña más concurrida es la de la Asociación Hermandad de Corongo por la participación de los hijos de coronguinos o anexos, que es una colonia nueva y desconocida de los coronguinos recién llegados o que se jactan de ser coronguinos antiguos. El Club Corongo hace una fiesta más pequeña con gente conocida, pero que tiene poca convocatoria popular, en cambio el Grupo Amistad ha ingresado a la escena y reúne a población de los anexos de Corongo y un grupo fuerte de coronguinos antiguos que pretenden romper la hegemonía de la “Hermandad”.
El gran riesgo de estas manifestaciones es que no hay un ente regulador que una a las instituciones para hacer una celebración orgánica, para evitar una desintegración rápida e irreversible.
9. San Pedro y los expedientes que pretenden ser secretos
En las celebraciones y vida social de la comunidad coronguina hay detalles que no se le presta atención o se los evade intencionalmente, pero que es necesario analizarlo:
9.1 La mística de los cajeros de danzas
Al igual que los danzantes de tijeras del sur, los cajeros de danzas de panataguas y shajshas guardan un gran secreto. Ellos no son católicos, su religión es andina ancestral, pues le rinden culto a las pacarinas (lugares donde se cree nacen los hombres, puede ser una laguna, un cerro, una cueva, etc.) y a los cerros tutelares (ircas) y para aprender su arte siguen un riguroso estudio todo en secreto. Los maestros son los herederos de los “maestros de idolatrías”, que perseguían los curas doctrineros en la colonia y que no pudieron extirparlos del todo. Mientras haya danzantes de tijeras y cajeros de danzas esta especial visión del mundo seguirá sobreviviendo.
Los cajeros de antes hacían competencias para salir airosos de sus contrincantes con mil triquiñuelas y conjuros. Tal es así que a los competidores se le destemplaba la caja, no les sonaba el píncullo (flauta) y los más ostentosos “hacían rodar su caja cuesta abajo y luego con un conjuro llamaban a la caja y ésta retornaba solita (cuesta arriba) hacia su dueño”.
Un cajero de danzas nunca entra a la iglesia. Mientras el párroco celebra la misa, ellos esperan a la salida a los danzantes para continuar con la fiesta.
9.2 El mundo de los creyentes de las brujerías
Es el mundo de de los maestros del arte oscuro, llamados brujos, chamanes, hechiceros. Mucha gente cree en ellos y practican este culto metafísico poco convencional; pero lo curioso es que sin ningún remordimiento participan de los actos litúrgicos en la iglesia, forman parte de la cofradía de cuidadores de las prendas de la iglesia, pero en secreto viajan grandes distancias a las consultas de los hechiceros en el norte y la capital de la república. El objetivo final de estas personas es el amor al poder, al dinero y las cosas materiales. No entienden mucho de la bondad, ni de los demás preceptos que la iglesia pregona. Como dicen en Corongo: “venden su alma al demonio, a cambio de las riquezas de este mundo y no le temen al fuego eterno del infierno cuando mueren”.
9.3 La confrontación política y la religión
Antes la confrontación de los que pasaban la fiesta patronal era de familia contra familia y de barrio contra barrio (entre los de abajo y los de arriba) en una competencia no siempre leal; porque el objetivo a sido siempre: “pasar” la fiesta mejor que el competidor.
La otra competencia que se notaba en bambalinas era que grupo social o barrial tenía más poder en la iglesia, ante el cual el párroco jugaba un papel de concertador, con mucho tino, debido a que se debía a su feligresía, porque parte de su manutención lo asumían las familias mas acomodadas brindándole comida y otros enseres que al cura le salía gratis; y no era oportuno pelearse con nadie. A partir de los años 90, se inicia un nuevo fenómeno que se introduce a la vida religiosa del pueblo: la política. Así como décadas anteriores se inició la politización de las elecciones municipales y el manejo del mismo, en el 2000 ya era evidente que la confrontación de los jueces de agua de parte arriba y parte abajo, era también política. Mi hermano Alain Collazos, juez de agua de parte abajo, estaba apoyado por las huestes democráticas que querían que la dictadura de Fujimori cayera; a Francisco Albornoz, juez de agua de parte arriba, lo apoyaban todo el aparato estatal y de gobierno de la dictadura. Tal es así que la competencia fue muy fuerte y gracias a ello también ambas fiestas fueron de rompe y raja, de poder a poder. Por la amistad y el respeto de las dos familias contrincantes se llevó la confrontación a un plano mesurado y no pasó a mayores, salvo al inicio cuando las fuerzas de la dictadura quisieron bloquear el desempeño del juez de agua de parte abajo, que pudo superarlo luego de fuertes discusiones.
En Lima la situación no es diferente, se nota claramente que algunos grupos o instituciones de coronguinos en Lima desde principios de este siglo han iniciado una propuesta novedosa en las festividades sociales y religiosas. Invierten buena suma de dinero en las celebraciones para que luego con las utilidades puedan realizar obras tangibles en Corongo y anexos, con el propósito que sus dirigentes puedan ejercer más adelante cargos en la municipalidad de Corongo. Las elecciones municipales del 2006 es el primer gran objetivo, ya que residentes en Lima han trabajado con anticipación para cumplir con todos los requisitos que demanda la ley de procesos electorales municipales y tienen la gran misión de ser reconocidos por el electorado de toda la provincia, lo cual no es fácil.
10. San Pedro y la religiosidad
Nosotros los coronguinos católicos estamos claramente divididos entre los que realmente son creyentes y seguidores de los preceptos, doctrina y dogmas de la iglesia que son la gran minoría. La otra facción inmensamente mayoritaria estamos sumergidos en una nebulosa que aceptamos a la iglesia católica; pero no ejercemos la religión. En concreto estamos sumergidos en la religiosidad, que es una interpretación popular, porque no aceptamos ciertos dogmas, estamos en contra del boato del Vaticano, no asistimos regularmente a la iglesia. Nos gusta la parte folclórica de las fiestas religiosas, asistimos a la misa principal de las celebraciones, aunque claro, hay un grupo grande de personas que no asisten a las actividades religiosas, pero si se divierten a lo grande en las fiestas, pleno de bailes, comida y licor. Le tenemos una fe grande a San Pedro, lo queremos, le tememos, celebramos su fiesta, ahorramos dinero todo el año para derrocharlo en su honor. Todo esto es parte de nuestra religiosidad, que es aceptada por la iglesia católica, pero muchas iglesias evangélicas o de otras creencias aprovechan de esta debilidad marginal de los católicos para ganar adeptos.
La religiosidad a la que me refiero no es lo que tiene una acepción en el diccionario de la lengua castellana: “Puntualidad y exactitud a la hora de hacer, observar o cumplir una cosa”, en cambio si tiene que ver con: “cualidad de religioso”, u “observancia de los preceptos y prácticas religiosas”.
En este caso religiosidad significa una reinterpretación de la religión católica a consecuencia de las creencias religiosas andinas que se vieron influenciadas por la evangelización católica de la etapa colonial, surgiendo así el sincretismo religioso, que no es otra cosa que la fusión de las dos religiones con preeminencia católica, pero que subyace en el subconsciente de las personas las antiguas creencias, ritos, y festividades andinas que se conservan hasta ahora; y que tuvieron que ser aceptadas por los evangelizadores para lograr su objetivo.
En conclusión la religión católica se implantó en el Perú con varios aportes de las creencias, ritos, y festividades andinas que la iglesia católica tuvo que aceptar, dando resultado esta religiosidad que domina el escenario en las festividades sociales, y religiosas católicas de nuestros pueblos.

III

LAS TOPONIMIAS EN CORONGO

Definición
Estudio lingüístico del origen y etimología de los nombres del lugar. Conjunto de los nombres de lugar de un país, época, etc.

2. Estudio de los nombres de los pueblos de la provincia de Corongo
2.1 Corongo: Tiene dos probables orígenes, que se remontan a la época preinca e inca. A Corongo antiguo ahora se le denomina Coronguimarca, y los españoles lo denominaron Corongo (a secas), de donde surgen las hipótesis que dicen que derivaría de Qorimarka o sea tierra, pueblo de oro, y la otra que derivaría de KurunkumarKa, que significa pueblo, tierra del dios serpiente, porque Kuru en quechua coronguino significa gusano, culebra, serpiente. En aquellas épocas el oro de los conchucos era muy abundante y por otra parte adoraban al dios serpiente, que los incas lo llamaron Amaru.
2.2. Aco: arenal poblado. Proviene del quechua aqo [ajo], que significa arena, por lo tanto se puede definir como lugar arenoso.
2.3. Bambas: poblado en una pampa, poblado en una llanura.
2.4. Cusca: ¿poblado llano?, ¿poblado donde se dan castigos?
Los españoles lo denominaron Cuisca en sus informes; en el quechua coronguino probablemente era Kushka, porque en sus arengas deportivas en el siglo pasado, cuando enfrentaban a Corongo los dos distritos unidos decían: “Aco, Cushca ganará”.
Cushca, en denominación contemporánea es un juego que consiste en castigar a un individuo “pasándolo por el callejón oscuro” (entre dos filas de personas) y darle de golpes en la cabeza o el cuerpo.
En el quechua cuzqueño, cuzca cuzcalla significa cosa igual llana.
2.5. La Pampa: significa la llanura, suelo llano.
Su nombre quechua es dudoso, pues le asignan denominaciones como Piga o Pina, en los escritos españoles antiguos. La denominación quechua más certera sería Pikimarka, que significa ciudadela pequeña.
2.6. Yánac: paraje sombrío.
Proviene de yana o sea negro, lo cual puede aludir también a los yanas (yanacuna) o sea la servidumbre, como estrato social más bajo del imperio inca.
2.7. Yupán: pueblo leal con que se cuenta.
Los españoles lo denominaron Yupa en los informes de visita. En quechua cuzqueño, yupa significa lo que es contado o tenido por algo, o equivalente e igual. También significa valor de una cosa.

Nombre de caseríos y parajes

Acoracra: Quebrada arenosa (ajorajra).
Allaucán: paraje posicionado a la derecha (Allojan o Allaukan en quechua cuzqueño).
Antaracá: Caserón de cobre (Antarajá).
Ashacush:
Atacalla: hermoso peñón.
Aticara: granero de maíz; proviene de ara, maíz, atic en quechua cuzqueño es vencedor, pero en llajuash hace alusión al granero.
Ato: puede venir de atoj, zorro.
Atojhuayco: quebrada del zorro.
Aucaracra: quebrada de los aucas o panataguas (guerreros de la selva huanuqueña).
Awayakana: Iniciación en tejido.
Ayatajshakuna: lavadero de la ropa de los difuntos (lugar específico para este fin ubicado en el río Corongo).

Cachán: paraje áspero.
Cachillpampa: llanura...
Cahuacona: proviene de Kawakuna, renacimiento. El río cahuacona, es el río que renace.
Callahuaca: peñón que llora (Jallanwajaj).
Caullo: paraje resplandeciente (Kaullu).
Cayarina: Alertadero (Jayarinan).
Carhua: lugar amarillo.
Carhuacóndor: lugar del cóndor amarillo.
Clarín Irca: Cima de vigilancia y alerta (Jayarin Irka).
Colcabamba: pampa o llanura de almacenamiento de víveres y enseres.
Conoc: lugar cálido (Joñoj).
Contamachay: cueva…
Coyllorcocha: laguna de las estrellas.
Cunyaj:
Cushurupata: andén de algas silvestres (kushuru).
Chacarumi: piedra que sirve de puente.
Chacu: en llajuash es TRacu, lugar donde se reunía el ganado en rodeo.
Chaljat: nombre de quebrada.
Chicu: cuyo nombre actual es La Nueva Victoria, significa corral de animales.
Chopimarca: centro del poblado (Chopimarka,o Chaupimarka en quechua cuzqueño).
Chulluc: cumbre rutilante (Chulluk).
Chunkana: lugar de juegos (golpeando una bola a otra).
Duenderajra: quebrada del duende.
Ecanca: subida a un mirador.
Guajato: (quebrada) donde se llora.
Huactac: terreno a la espalda de (Huajtaj).
Hualla: Montaña resplandeciente.
Huallcallanca: collar de cactáceas.
Huaminey:
Huarirca: cumbre del amanecer.
Huauyán: poblado ventilado, poblado donde el viento arrecia.
Huerjo grande: nombre de laguna.
Huiñac: cumbre que se agiganta.
Huinchus:
Huiruy:
Incosh: nombre de pequeño poblado en Cusca.
Jachpará: área de pobre cultivo. Su variante es JatRpá en llajuash.
Jauñapampa:
Jellejotu:¿ botadero de dinero?
Jóllota:
Karhua: paraje amarillo (jarwa).
Karapunku: puerta de cuero (Jarapunku). Hoy se le llama barrio de 2 de Mayo.
Katinacoj: seguidero (Jatinakoj).
Kerekanka: estribaciones.
KitRkicruz: adoratorio antiguo (estrecha hendidura) donde los extirpadores de idolatrías colocaron una cruz.
KitRkicalle: calle estrecha.
Koriyunga: región cálida de oro (Joriyunka).
Kuyuchín: Torrente que se esconde.
Kutsak: nombre antiguo del anexo de San Isidro, alude a un ave de rapiña.
Llacushbamba: pampa, llanura de la azada.
Llakllakán: lomada desbastada.
Llullumara: torrente apacible.
Mashjonja: cumbre tutelar (Mashakonka).
Mayukayán: río que alerta (Mayujayán).
Mitirka: Cerro donde se fabrica adobes de barro (Mituirka).
Murush: paraje de siembra.
Ninabamba: llanura candente, cálida.
Ñahuín: su ojo.
Okshamarka: región húmeda de pajonales (Ojshamarka).
Pacatqui: paraje escondido.
Pachachaca: puente de tierra.
Paria: nombre de laguna.
Pariachuco:
Pátara: nombre de laguna
Pariacana:
Pikimachay: cueva pequeña.
Pikimarka: ciudadela pequeña.
Pillucunca: cuello ...
Pishjopayakun: bebedero (agua) de los pájaros.
Pojoj: (laguna) que se hincha, que crece.
Pucapaccha: cascada roja.
Puquirca: viene de Pukairka, cerro rojo.
Querobamba: llanura de madera (Jerupampa).
Quillorón:
Quistarpucre: nombre de quebrada. Pucri, es hondonada.
Purunmarka: ciudadela antiquísima.
Rimacocha: laguna que habla.
Rosko o Rusgo: nombre de una laguna
Rumipatak: andén de piedra.
Rupaj: lugar calcinante. Proviene de Rupay (Rupé), que significa sol, y
calor.
Rutu: nombre de laguna, que alude al corte de pelo.
Sarca: nombre de laguna, que alude a mujer o animal hembra de ojos verdes o azules.
Seccecocha: laguna cubierta de plantas llamadas secce.
Shacapampa: llanura...
Shojosh: terrenos en Cuzca. Shojosh banda se le dice a un percusionista de caja roncadora y un compañero que toca la flauta de carrizo. Antes debió ser los que tocaban tinya y la flauta traversa (kínrapa).
Sincona:
Shutucocha: laguna ...
Succha: terreno de carrizales.
Tapka: nidal de valerosos.
Tarica: lugar de encuentro.
Tinco: lugar de encuentro (tinku).
Tinyacocha: laguna de los tamboriles.
Tojanja:
Toldopampa: llanura...
Tuctubamba: pradera de flores. (flor: tuctu, hueta)
Tullumikoj: comedero de huesos.
Ucaramac: nombre de quebrada.
Ullukumarka: tierra del olluco.
Urcón: paraje saliente, elevado.
Uruhuaylla: humedal, prado verde de los gusanos (quechua cuzqueño).
Ushquish:
Yacuishquimoj: caída de agua.
Yanamayu: río negro.
Yanacocha: laguna negra.

Por: Gilbert Collazos Garay